La terapia conductual corresponde a una serie de procedimientos dirigidos a modificar hábitos y estilos de vida en el paciente, los que pueden estar influyendo y contribuyendo negativamente en la presencia de algunas disfunciones del piso pélvico. Como pueden ser el consumo de irritantes vesicales, ciertos alimentos, hábitos retenedores o de pujo inadecuados, alguna actividad física dañina para el piso pélvico, etc.
Es fundamental conocer los hábitos de cada paciente a través de diarios miccionales o defecatorios, los que se utilizan posteriormente para que el terapeuta pueda diseñar un programa educativo y de entrenamiento vesical o digestivo acorde a las necesidades reales de cada usuario.
La terapia conductual forma parte del tratamiento conservador y es fundamental en el tratamiento de disfunciones miccionales, defecatorias e incontinencias en el niño, pero también tiene un rol importante en pacientes adultos con vejiga hiperactiva, infecciones urinarias a repetición y en adultos mayores.