Los pesarios son dispositivos médicos de silicona que se utilizan de manera intravaginal con el objetivo de tratar un prolapso de órganos pélvicos, siendo una opción no quirúrgica muy efectiva para muchas mujeres que buscan alivio de los síntomas, de forma segura e inmediata mejorando significativamente la calidad de vida. Existen también ciertos modelos que se utilizan para el manejo de la incontinencia urinaria.
¿Cómo se usa un pesario?
Existen distintos modelos y tamaños de pesarios. Un médico ginecólogo, kinesiólogo de piso pélvico o matrona con formación en pesarios debe seleccionar y elegir el tamaño y tipo de pesario adecuado. La colocación del pesario es sencilla y se puede hacer en la consulta. En muchos casos el paciente podría aprender a instalar y retirar el pesario en casa.
¿Con qué frecuencia debe controlarse?
El seguimiento es fundamental. Al principio, se necesitan revisiones más frecuentes para verificar el buen calce y luego los controles se van distanciando y si está funcionando bien y no causa irritación, puede controlarse posteriormente cada 3 o 6 meses.
¿Qué cuidados requiere un pesario?
Limpieza: Dependiendo del tipo de pesario, algunos pueden retirarse fácilmente para lavarlos con agua y jabón neutro en casa una vez por semana, mientras que otros modelos pueden permanecer por más tiempo y el retiro lo realiza un profesional en su consulta. Su tratante indicará la frecuencia adecuada de control. Un pesario tiene una vida útil aproximada de 12 meses.